La profecía cátara de 1244 d.C. readaptada por Colin Bloy
No tiene tejido, solo comprensión.
No tiene membresía, excepto aquellos que saben que pertenecen.
No tiene rivales, porque no es competitiva.
No tiene ambición, porque solo busca servir. No conoce fronteras ya que los nacionalismos no hablan de amor.
No es para sí misma porque busca enriquecer a todos los grupos y religiones.
Reconoce a todos los grandes maestros de todas las edades que han mostrado la verdad del Amor.
Quienes participan, practican la Verdad del Amor en todo su ser, a diario.
Los que son, saben.
No busca enseñar, sino ser, y siendo, enriquecer.
Reconoce la colectividad de toda la humanidad, que todos somos uno con el Uno. Reconoce que nuestra forma de ser puede ser la forma de ser de quienes nos rodean porque somos así.
Reconoce a todo el planeta como un Ser, del cual somos parte.
Reconoce que ha llegado el momento de la transmutación suprema, el último acto alquímico, el cambio consciente del ego en un retorno voluntario al todo.
No se proclama a sí misma en voz alta, sino en los reinos sutiles del amor.
Saluda a todos aquellos que en el pasado han blasonado el camino, pero pagaron el precio.
No admite jerarquía ni estructura, porque nadie es más grande que otro.
Sus miembros se conocerán por sus hechos, su ser y sus ojos, y no por ningún otro signo exterior, salvo el abrazo fraterno.
Cada uno dedicará su vida al amor silencioso del prójimo, del medio ambiente y del planeta, mientras realiza su tarea diaria, por exaltada o humilde que sea. Reconoce la supremacía de la gran idea que solo puede lograrse si la raza humana practica la supremacía del Amor.
No tiene recompensas que ofrecer, ni aquí ni en el más allá, salvo la inefable alegría de ser y amar.
Sus miembros solo buscarán promover la causa del entendimiento, dentro de cualquier iglesia, grupo o familia que sea.
Harán el bien con sigilo y enseñarán sólo con el ejemplo.
Sanarán a su vecino, a su comunidad y a nuestro Planeta.
No conocerán el miedo, no sentirán vergüenza y su testimonio prevalecerá sobre todas las adversidades.
No tiene secretos, ni arcano, ni iniciaciones salvo la de la verdadera comprensión del poder del amor y, si queremos que así sea, el mundo cambiará, pero solo si nos cambiamos a nosotros mismos primero.
TODOS LOS QUE PERTENECEN, PERTENECEN, ESTA ES LA IGLESIA DEL AMOR
Muchas iglesias, grupos y sectas son imposiciones de unos pocos sobre muchos, aprovechando la debilidad.
La Iglesia del Amor es al revés, libera y promueve la fuerza individual. La estructura vestigial que eventualmente pueda tener debe provenir de aquellos que saben que son parte de ella.
Feliz y merecido descanso Paloma. Un abrazo desde las montañas al sur de Granada. Sigo atenta a tu trabajo tan Resonante.
Desde Colombia gratitud infinita por tu medicina ❤
GRACIAS!! Reposo merecido…un Abrazote desde Argentina
Um bom descanso, que também é muito importante!
Cumprimentos,